martes, 26 de julio de 2011

26 DE JULIO 1952 - 26 DE JULIO 2011

"Yo no quise ni quiero nada para mí. Mi gloria es y será siempre el escudo de Perón y la bandera de mi pueblo. Y aunque deje en el camino jirones de mi vida, yo sé que ustedes recogerán mi nombre y lo llevarán como bandera a la victoria".


EVITA, POR SIEMPRE EN NUESTROS CORAZONES

MILITANCIA EN ACCIÓN 2011

lunes, 25 de julio de 2011

EN SERIO

La victoria ajustada de Bonfatti (Frente Progresista) en las elecciones del día de ayer por sobre el segundo, Miguel Del Sel (PRO), marca que en Santa Fe se produjo el “voto castigo” para el FPV, ya que Agustín Rossi no pudo superar el piso que históricamente tuvo el Justicialismo en esa provincia, sin dejar de leer que el Socialismo de Binner también perdió un importante caudal de votos, claro.


En toda puja electoral se tejen hipótesis, conjeturas, presunciones, etc., donde las estrellas son las encuestadoras, por más que después no acierten ni en el segundo puesto, para olvidarse rápidamente en los días posteriores. Pero también debemos tener en cuenta los movimientos que se elucubran en la previa, por parte del ambiente político. Por ejemplo, que Carlos Reutemann (PJ) haya brindado abiertamente su apoyo al candidato del PRO, argumentando que es “peronista, no kircherista”, nos deja abierto un interrogante: ¿Realmente el partido de Macri es peronista ó el ex-corredor de F1 está acomodando filas para volver a su viejo amor (ahora representado en la figura del Jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires), el Menemismo?


Ahora no sería serio rasgarse las vestiduras por la elección que hizo el ¿ex-Midachi?, ya que tenemos el antecedente, en la misma provincia, que un deportista haya ganado la gobernación, si bien con otro contexto y con otro aparato político, nada menos que el del Patilludo, ¿Por que no lo ganaría un humorista que se lanzó en campaña sólo 6 meses antes del plebiscito santafesino? ¿Los votantes de Del Sel sabrán que es un regreso a la política de los ’90 disfrazada y maquillada con aires de “buena onda”, “no confrontación” y de permanente after office?
Habrá que pensar, seriamente qué proyecto de país queremos.


MILITANCIA EN ACCIÓN 2011

miércoles, 20 de julio de 2011

LA NADA


Es difícil escribir luego del domingo, es difícil luego de todo lo que ya se ha escrito en diarios y revistas, es difícil entender y deconstruir ese 47% de votos que Macri obtuvo, es difícil ser “porteño” después del domingo. Sin embargo, las derrotas, lejos de ablandarnos, deben por lo contrario juntarnos, deben alertarnos. No hay que bajar las banderas ya que el presente es claro y el futuro, promisorio. El proyecto nacional necesita más militancia y compromiso que nunca y como dice León Gieco en uno de sus temas, “suerte que estamos acá, nosotros no vamos a parar”.
En momentos de tanta dificultad, de tanta rabia, hay que comenzar por lo concreto, por lo claro que surge de este nuevo panorama. La ciudad de Buenos Aires se pronunció y ese electorado debe tener claro aquello que dijo y qué fue aquello que eligió. Tras cuatro años de gestión lamentable, ausente, repleta de excusas, de chicanas y hasta de procesamiento judicial, Macri vuelve a ganar y no sólo por una gran diferencia, sino por un caudal mayor de votos que en el año 2007.


A propósito de lo escrito por distintos artistas, políticos y periodistas y que tanta resonancia están generando, nos vemos en la necesidad de afianzar algunos conceptos desde nuestro pequeño espacio para poner freno a una oleada de analfabetismo político encubierta de un halo de ingenuidad.
Cuando se elige entre distintas opciones políticas, porque a pesar que se empecinen en mostrar lo contrario, de las elecciones surgen opciones políticas y no otra cosa. Las sociedades eligen cómo transitar un camino, eligen la mano que dirigirá esa herramienta fundamental que es la política y así, afrontar el tiempo venidero. Estas decisiones, estas opciones configurarán su realidad inmediata, su realidad económica, y por ende, su realidad social. Por ello, el voto es el mecanismo político más importante en una democracia representativa, ya que todo el sistema descansa en esa acción tan simple y compleja a la vez y por la que tanta gente murió y muere, aún hoy, en el mundo y que es ni más ni menos que la posibilidad de elegir.
Por su parte, las opciones políticas, investidas en partidos, ponen en juego ideas, propuestas, valores que no solo definen su posición frente al electorado sino que definen su posición frente a los demás partidos.


Por eso, luego de esta breve reseña, debemos dejar claro que el electorado porteño ha elegido la opción (PRO) que esgrime y realza los conceptos que hoy a lo largo del mundo esgrimen los partidos más conservadores y neo liberales del espectro político, los que se ubican tradicionalmente a la derecha en la vieja definición política surgida de la Revolución Francesa. ¿Por qué puede verse esta continuidad? porque anulan permanentemente de su discurso el contenido político del mismo transformándolo en sentido común, porque se apropian de valores sociales como la honradez, la decencia y la honestidad para hacer ver que no son “una” opción política sino que son “la” opción moral. Porque no realzan ninguna bandera histórica ya que están por fuera de cualquier discusión dado que toda confrontación de ideas es tildada de violencia o de falta de diálogo. No existe ni para sus dirigentes ni para sus seguidores la palabra militancia, ni ideología. Nunca en sus discursos resuena el nombre de ningún prócer, ni personalidad política histórica ya que ellos no atienden al pasado sino solamente al futuro (que no existe aún) tal como dijo el domingo su máximo exponente.
Esta es la nueva manera de hacer política de la derecha, justamente hacer ver que no hay política. Hacen de cuenta que sus dirigentes son “vecinos”, no ciudadanos con una enorme responsabilidad. Son Horacio, Mauricio, Gabriela. Lo increíble es que si uno analiza estas características tenemos frente a nosotros un gran misterio, ¿qué es el PRO? ¿Un grupo de amigos? ¿Un club de fiestas con música de consola y catering? ¿Una ONG? No, es un partido político y debe ser definido como tal por sus propuestas, por sus ideas y por los valores que ponga en juego como partido político.




Por eso los que si creemos en la historia y en el pasado, los que enarbolamos banderas antiguas, presentes y futuras; los que cantamos marchas que nos identifican e inventamos nuevas marchas para seguir identificándonos sabemos muy bien qué es el PRO. Detrás de ese discurso vacío, moderado, canchero, desprejuicidado, no está más que la vieja y conocida derecha, lo entiendan y acepten o no aquellos que han votado por esta opción política. Y más allá de las propuestas superadoras que desde nuestro propio espacio se escuchan, con el fin de ganar algunos votos más el 31 de julio, no debemos permitir que en nombre del diálogo y la no confrontación no nos dejen nombrar las cosas por su verdadero nombre, porque esa es la primer forma de identificación, resistencia y lucha posible.
De lo contrario para quedar bien con un electorado distante y esquivo terminaremos como en Macondo, el pueblo de Cien años de soledad, en una suerte de “idiotez sin pasado” olvidando el nombre de las cosas y con ello la utilidad de las mismas. 

MILITANCIA EN ACCIÓN 2011